sábado, 28 de abril de 2012

En un momento de autentica convulsión planetaria el ser humano ha perdido el contacto con su propia esencia, colapsando la energía que conecta Cielo/Tierra en el primer chakra, sucumbiendo al miedo al abrirse fisuras en nuestro campo energético, perdiendo la estabilidad y dejandose llevar por esa convulsión que algunos llaman crisis.

En el colapso se pierde contacto con nuestro ser supremo en detrimento de la luz. Un ejemplo de ello es el caso del político que antepone sus propias necesidades a las del colectivo al que eligió servir como proposito de vida y pierde la sabiduría ancestral del jefe del clan, del chamán o legislador que utiliza la energia de los tres primeros chakras para conectarlos a través del cuarto con los tres chakras superiores que le permiten ser esa persona que evoluciona y a través de su sabiduria hace que la humanidad también evolucione y con ello también el planeta.

Sin embargo, si se olvida de ello y se deja llevar por la voz engañosa del ego, se aleja de su propia esencia y con ello olvida la compasión, el perdón y la justicia. Pierde la sabiduria ganando sólo riqueza y poder, sin darse cuenta de que en ese estado del ser sólo existe injusticia,  porque para que uno gane otro debe perder.

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