domingo, 6 de mayo de 2012

Canalizado por Gillian MacBeth-Louthan

El 20 de mayo de 2012, ocurrirá una rara alineación de eclipse solar entre la Tierra el Sol y Alción en la constelación de las Pléyades. Según el mito, el cazador Orión estaba enamorado de las Siete Hermanas y las persiguió hasta que los dioses las pusieron a salvo, transformándolas primero en palomas, y luego en estrellas. Maia, la mayor de las siete Pléyades, dio a luz a Hermes (Thoth).

Las Pléyades son una vista muy conocida en el hemisferio norte en invierno y en el hemisferio sur en el verano, y desde la antigüedad las conocen las culturas de todo el mundo. Antiguos relatos de los Dakota cuentan que sus ancestros son de las Pléyades. Los Hopis llamaban ‘Chuhukon’ a los Pleyadianos, que significa, los que se mantienen juntos. Ellos se consideraban descendientes directos de los Pleyadianos.

Los Navajo llamaban a las Pléyades los ‘Soles Centelleantes’, el hogar del ‘Dios Negro’. Los iroqueses les rezaban para tener felicidad. Los Cree afirman haber venido a la Tierra desde las estrellas en forma de espíritu primero y luego se convirtieron en personas de carne y hueso.

Algunos indígenas americanos creían que todas las tribus de América del Norte vinieron de las Pléyades. Que ellos eran en realidad descendientes y que los Pleyadianos les habían encomendado la tarea de mantener la Tierra a salvo.

Los eclipses significan cambios, buenos y todo lo del medio. Los eclipses siempre acompañan a eventos importantes. Magnifican intensamente y son paréntesis vivientes que nos obligan a mirar aquello a lo que le hemos volteado el rostro. Los eclipses solares significan nuevos comienzos (Mayo 20, 2012) y los eclipses lunares (Junio 4, 2012) representan cosas que se terminan. Estos son eclipses muy potentes, cada uno con sus propios regalos y su propio conjunto de reglas. Conforme la conexión estelar pleyadiana se renueve, nacerán nuevas geometrías cristalinas que complementen la conexión de luz existente.

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