NUEVO CICLO

Centinelas estelares protegen las fronteras de nuestro sistema de forma
invisible, liberando en otras dimensiones las mismas batallas entre la luz
y la oscuridad.

La lucha ancestral del sabio y el crístico podemos seguirla de cerca en
nuestra realidad cotidiana de forma cada vez más encarnizada a medida
que el tiempo se acelera y no hay una visión clara de quién ganará la
batalla.

En  cada momento podemos percibir con atención como se libra la batalla.
Cuando la lucha es encarnizada, nuestro sistema se bloquea como si
se tratase de un ordenador, nos quedamos atónitos, sin fuerzas, como
si la gravedad desapareciese y después, lentamente parece que la vida
nos da una tregua antes de la nueva acometida.

Y así sucesivamente, batalla tras batalla hasta quedar exhaustos de
tanta lucha, vamos perdiendo la fuerza poco a poco sin darnos cuenta
de que vivir no es batallar, luchar o sufrir, de que hemos perdido lo
más preciado que tiene el ser humano que es la vida.

Con sólo mirar durante un tiempo el reino animal podemos ver con
claridad, que los animales no han perdido su sentido de vida, no se
preocupan por atesorar, guardar miles de animales para consumirlos
en el futuro y que hay espacio para todos.
Su conexión con la vida y con la tierra permanece intacta, a pesar
de los continuos ataques del hombre y la destrucción de los habitats
naturales.

Volvemos a repetir la historía de nuevo. Sumerios, babilonios, atlantes,
lemures, romanos, egipcios. ¿Cuantas veces hemos comenzado de nuevo
y hemos vuelto a fracasar?

Como todo en nuestra galaxia es ciclico, de nuevo nos encontramos en
la gran encrucijada del inicio de una nueva era y esta vez tan sólo hemos
de mirar hacia atrás si no queremos repetir de nuevo la historia y empezar
de cero.

Que gran lección de humildad nos brinda la vida...