lunes, 10 de junio de 2013

EL SONIDO

El sonido interno, inaudible para el oído, da forma a nuestra estructura ósea y a nuestra carne.
Dicho de otra forma. En el principio era el verbo...(Juan 1:1-3), el sonido interno está conectado
con las palabras mentales que empleamos al pensar pero separado de ellas.

Más allá de la mente, el sonido cambia, desconectandose de los sentidos en un ronroneo
silencioso dónde solo existe el vacio, donde lo inmaterial cobra vida, ocupando espacio
entre la materia y haciendo visible lo invisible.

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